Sonido digital
Introducción
El sonido digital no dispone de tantos formatos diferentes a la hora de ser guardado, sino de tres formatos principales y uno principal dentro de los formatos alternativos. El tratado del sonido debe ser más cuidadoso y meticuloso que el de imagen si se quiere lograr un resultado de calidad aceptable. No está tan a la moda subir archivos de tan sólo audio a redes sociales como Facebook o Twitter, aunque sí hay varias aplicaciones especializadas en la reproducción de música, tanto de pago como gratuitas.
Formatos de sonido
Los dos formatos de sonido más conocidos son el formato WAV y el MP3, utilizado el primero mayoritariamente en los equipos personales y el segundo a la hora de publicar audios en internet, dada la buena relación entre la calidad del sonido y el disminuido peso de los archivos.
Más recientemente se ha creado el formato OGG, menos conocido y no soportado por todos los reproductores de audio. Dada la novedad de este archivo, es necesario tener sistemas operativos como Windows Media 7 o más actualizados para poder trabajar con éste audio. Los archivos ocupan menos espacio y la calidad es semejante a la de un archivo MP3, tal vez algo superior.
A parte de estos tres formatos, también existe el formato MIDI, conocido como uno alternativo dado que no guarda el audio original grabado, por ejemplo, con un micrófono. Al reproducir una melodía, el formato MIDI guarda la información técnica, las notas y los tempos que componen la partitura. No todos los reproductores lo soportan y el sonido no queda tan natural como el de los otros formatos, principalmente por el hecho de que no se puede grabar la música hecha con un instrumento.
Programas de creación, descarga, manipulación y publicación de sonidos
Los programas que permiten la edición de audios no son tan conocidos y la mayor parte de ellos son de pago, dado que lo común a la hora de trabajar con un sonido es descargarlo y utilizarlo sin manipularlo en ningún momento. Es necesario el conocimiento tanto informático como musical para tratar con un archivo de sonido, por ejemplo una canción.
Dentro de los programas de audio, Adobe ofrece uno llamado Audition. En el caso de los programas de divulgación gratuita disponemos de Audacity, el más comúnmente utilizado por usuarios que no exigen demasiada calidad o que no pretenden llevar a cabo excesivos cambios en el archivo. Éste programa no dispone de tantas herramientas, pero sus críticas son positivas dentro de lo básico que pueda verse.
Para descargar o publicar archivos de audio nos encontramos con un caso semejante al de los archivos de vídeo. Generalmente, dado que la mayor parte de las canciones están protegidas por derechos de CopyRight, la divulgación de contenidos auditivos es más complicada. Existen diversas aplicaciones móviles o programas que comparten el audio pagando o con limitaciones a modo de anuncios o diferentes funciones de las que se carece si no se está suscrito. Los más utilizados actualmente son iTunes y Spotify.
Una plataforma que permite la descarga y publicación de archivos de audio es SoundCloud, pero no existen muchas más que sean específicamente para audio dado a lo mencionado anteriormente: los derechos de CopyRight. Aquellas páginas que permiten la descarga de música lo hacen esquivando la vía legal generalmente al evitar el pago de esas mismas canciones.
Herramientas de edición
El lenguaje a la hora de editar algún archivo de sonido está más compuesto por palabras técnicas pertenecientes al estudio de la música. El tempo, o ritmo de una canción, permite subir o bajar la velocidad a la que ésta se va a reproducir. Puede también, al igual que en el caso de los vídeos, cortarse la duración del audio o aumentar o disminuir el volumen del mismo. La mayor parte de las herramientas funcionan en torno a los sonidos agudos y los graves, el eco, las notas musicales, la duración de las mismas y el rango de instrumentos o efectos especiales con que se produce esa misma música.
Conclusión
La divulgación de los archivos de sonido y, más concretamente, de la música, no está tan popularizado si no es en el ámbito profesional, el cual está protegido por derechos de CopyRight, entre otros, o dentro de archivos audiovisuales. Así pues, no existen tantos programas de edición de audio como los hay a la hora de editar la imagen o el sonido. Las herramientas se basan en el conocimiento profesional de los tecnicismos musicales y, por tanto, manipular un archivo de audio digital se convierte en algo difícil de hacer si no se cuenta con conocimientos previos.
Bibliografía
- Para refrescar la variedad de formatos de sonido: http://www.ite.educacion.es/formacion/materiales/107/cd/audio/audio0102.html
- El resto de la información proviene de mi propia experiencia.
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